Amar cada rincón de tu piel, de la cabeza a los pies. Jugar a numerar y nombrar tus lunares, como si fueran las estrellas estampadas de ese fondo azul.

Que la calidez de un abrazo sea tan reconfortable como sol en pleno invierno.

Que tus besos sean tan frescos como hoja de menta sobre el paladar.

Que no me canse de observar y captar el pestañear de tus ojos, como si mis pupilas fueran el lente de una cámara.

Que me haga doler el pecho y entrecortar la respiración un suspiro de tu alma en mi oído.

Sos brisa.